A TÍ, EXPECTADOR

09.07.2013 12:32

 

Escribir de arte no es tarea fácil. Cuando le preguntaron a Keit Richards, guitarrista de los Stones qué era el arte respondía: “morirse de frío”. Bromas aparte, me enfrentaré a la tarea desde la amistad y la emoción y le diré por qué. Me encuentro más cómodo en el “pensar” y en el “decir” desde las emociones y, como son subjetivas, podrá usted decirme que no le gustan, pero no que no sean ciertas, eso nunca.

             ¡Ea pues, a la tarea!

             Considero que el arte, que no es precisamente morirse de frío, pretende “enseñar”, como dice Diego Garrido, músico y matemático; que las emociones, sentimientos y pasiones del artista han de plasmarse en la obra que se muestra (Wittgenstein). Y aquí empieza lo interesante, el artista y su obra. Hay un debate, que se me antoja rancio. ¡Si hay relación entre uno y otro, si no la hay!... Es un debate que surge en el ámbito de la filosofía sobre la obra de Heidegger y su pertenencia al nazismo, pero este no es el caso. Yo lo tengo claro. ¡Sí la hay!

 

            Piense en el autor y así verá su obra.

 

            Conocí a Vicente, hace ya muchos años, cuando yo era un joven viajero en busca de sitio en la vida y él se me acercó como es, abierto, enrevesado en sus reflexiones, pero claro y transparente y creo que así es su obra. Si usted no siente la obra de Vicente Vázquez Canónico, se perderá muchos matices. Creo que la obra de un autor ha de estar íntimamente ligada a su carácter, a su personalidad y por eso han de ser vistas y “tocadas”, como le gustaba decir a Henry Moore y esto es solo una opinión, no una teoría, para eso ya están los eruditos del arte.

 

            Vicente, que es un viajero incansable, como Odiseo, pretende enfrentarse a la “materia” y doblegarla, que no es tarea baladí, para “enseñarnos” sus sentimientos, sus emociones. No verá usted en su obra mucha línea recta, pues a Vicente no le gusta el atajo y como usted ya sabe, la línea curva es sensual, excita la emoción y elabora pasiones.

             La obra escultórica de Vicente, pues también dibuja, pinta y diseña (tiene un magnífico ajedrez en oro y plata hermosísimo), es un cúmulo abrumador de emociones, un torrente desbocado que el artista doblega, da forma y le muestra a usted sus emociones, para compartirlas, para disfrutarlas, que en esta época obscura no nos viene nada mal.

             La Estética, como ya ha demostrado el gran racionalista, Immanuel Kant, tiene que ver con la sensibilidad y de ella, se lo puedo asegurar a usted, Vicente Vázquez Canónico, tiene mucha y de alto octanaje.

             Por eso considero que ha de acercarse usted a la obra del artista libre de prejuicios y sienta las emociones del autor. Le aseguro que disfrutará usted, eso es lo que espero.

            Salud y tiempo.

  José Antonio, “Pepe”, Garrido. Filósofo.